Feria Gastronómica en Maturín

No había escrito nada en una semana, pero es que la lucha contra la corrosión no me lo había permitido... Y para el regreso al blog quisiera lanzarme una segunda parte de la sección con probablemente más éxito: el bolo alimenticio!!!

En esta oportunidad no ha sido al azar, al contrario hemos intentado recrear una ecléctica mezcla de colores que represente la diversidad de nuestra tierra (jejeje, no tengo idea que coño estoy diciendo!!!)...

Primero nos sorprende Natalia, destellándonos con amarillos intensos, dorados producidos por el glorioso maiz con el que se hizo la cachapa que esta artista debora para nosotros, con maestría digna de los más expertos en la profesión del bolo alimenticio...

Los verdes selváticos de la Gran Sabana han sido representados magistralmente por Antonieta, quien en la foto busca en lo más recóndito de su psiquis la concentración necesaria para lograr esta obra de arte... Este mestizo efecto fue posible solo con una perfecta combinación de guasacaca y yuca hervida, en las justas proporciones. Nótense algunos trozos de perejil, que valientemente se resisten a incorporarse en la masa de la vida, el bolo alimenticio.

Miguel nos regala un espectáculo que solo una pizza podría lograr... Las bondades del pan y el queso, digeridos solo en la justa medida, forma una homogénea, casi sublime, masa amarilla clara que inspiraría a cualquier artista a pintar un cuadro.

Y aunque no soy nadie frente a estos tres artistas, humildemente intento recrear una escena blanca como la arena de las más bella playa de venezuela, como las estrellas de nuestra bandera... el queso de mano nos brinda un espectáculo sútil y casi aterrador, de saber que todo es posible en la vida...

Y para que vean que este arte no tiene límite también aparece en el post una niña cuya identidad hemos escondido detrás de un cuadrito verde, para evitar problemas con la ley.... esta joven promesa se inicio temprano, y avanzará con paso seguro en el difícil pero gratificante arte del bolo alimenticio.