martes, diciembre 08, 2020

Sueños...

Los sueños, dicen, se hacen realidad. Y es verdad, verdad absoluta e innegable, esperanzadora e ingenua, muy, muy ingenua... Verdad igual de valedera y potente que entender que las pesadillas son solo otro tipo de sueño y si, las pesadillas también se hacen realidad...

jueves, octubre 29, 2020

Raro, muy raro...

Hoy fue un día raro, muy raro… Lo cual es mucho decir al compararlo con los días raros, muy raros, que he tenido estos últimos meses… Inicialmente eran dolorosos, aplastantes, paralizantes, con niveles de dolor nunca antes sospechados; hoy siguen siendo todo eso y más, pero se les suma lo de ser días raros, muy raros…

Raro como un futuro distópico que no hace sentido, raros como un perro azul en un mundo a blanco y negro… Que no hacen sentido, que no tienen explicación, raros, muy raros…

Que no es algo necesariamente malo la verdad, es algo raro, muy raro, pero no más malo de lo que ya era…

Hoy estuve con gente imprescindible en mi vida… Gente necesaria, querida, amada y fundamental… Gente con la que en un universo paralelo tendría solo gozo infinito… Pero no en estos días raros, muy raros… Y no es culpa de ellos, es algo absoluta y completamente personal, porque soy un tipo raro, muy raro… Ellos son gente relevante, muy relevante, gente única y maravillosa... Espero que también raros...

Un tipo raro, tan raro, que después de pasar una velada realmente maravillosa llega a su casa a llorar hasta asfixiarse… Un tipo raro, tan raro, que la realidad le da cachetadas infinitas de presente, a quien la realidad castiga de manera vil, penetrante, mal intencionada y venenosa… Lo que la realidad no sabe es que yo soy un tipo raro, tan raro, que todo eso capaz no me mate…

A veces pienso que siempre viví en una realidad rara, muy rara, improbable en ocasiones… Que me permitió la felicidad infinita, irrestricta, perfecta y (yo pensaba) duradera… Y capaz la realidad si es así, así de rara, muy rara, solo que mutó a una nueva forma que me toca descubrir… Espero que suceda, estoy dispuesto a que suceda… 

No se si decir que estoy mejor... Estoy tranquilo, en eso podemos coincidir... Mejor es una palabra fuerte, que la gente tan rara como yo no la dice de manera ligera... Creo que me quedo con tranquilo en vez de mejor, nunca ha sido mi intención malbaratar el significado de las palabras...

Mientras sigo en mi mundo raro, muy raro, tratando de hacer lo mejor que puedo… Todo esto me ha enseñado a ser más compasivo, inclusivo, tolerante… A ser más raro, muy raro, siempre raro, que no me mate lo que se siente mortal, que no me hiera lo que es hiriente, que no me normalice lo normal… Que siempre pueda ser raro, muy raro, para siempre raro… 

Raro pero apreciado... Más raro pero relevante... Siempre raro pero con propósito... Como espero sean estos días raros, más raros, siempre raros...

domingo, agosto 09, 2020

31 DE OCTUBRE DEL 2011 – NOS CONOCIMOS

Nos conocimos en persona el lunes 31 de octubre del 2011. Para ese momento teníamos capaz una semana (no más que eso) hablando por internet, por el ahora desparecido Messenger de Hotmail, luego de haber coincido en el aún más desaparecido chat de CANTV.

Según tú ya habíamos hablado online anteriormente, y también según tú me habías bloqueado porque yo era muy intenso en esa primera oportunidad hehehehe… Yo no me acuerdo de eso, nunca me acordé, pero es posible que haya sido así, o capaz eras solo tú haciéndote el interesante, como si acaso eso te hubiera hecho falta alguna vez.

No conversamos demasiado por Messenger antes de conocernos, estoy casi completamente seguro que fue un jueves que empezamos a hablar por ahí y nos conocimos ese lunes. Recuerdo que ese fin de semana estábamos hablando online, y escuchando música: ambos acabábamos de descargar una canción en particular, una descartable canción pop de las Pussycat Dolls, imagínate tu hahahaha, Hush Hush se llama… Sobre esa coincidencia nos reímos mucho, ya para ese momento los paticos genéricos de la foto de perfil del Messenger de Hotmail habían sido reemplazados por fotos nuestras.

Creo que fuiste tú quien propusiste conocernos en persona, ese mismo lunes. Eso me tomó por sorpresa, era otro momento de mi vida muy diferente al que me encuentro hoy pero donde definitivamente quería conocer gente, sin ningún plan específico la verdad, pero quería hacerlo, era un objetivo claro para mí.

En esa época dabas clases de inglés a una muchacha (quisiera recordar su nombre hehehe) ahí en las mesas de la feria de Parque Cristal… No volvimos mucho a ese lugar la verdad en todos nuestros años, un par de veces quizás, y sin embargo es un sitio que quedará inevitablemente grabado en mi mente para siempre, y aunque los tiempos actuales no me permiten ir espero que lleguen aquellos donde si pueda hacerlo, a recordarte como esa primera vez, como ese primer encuentro.

Las 4:30 pm fue la hora acordada… Yo llegué, puntual como siempre, y ya en la feria te vi en una mesa, y de espaldas a ti te llamé para comprobar que eras tú… Eso siempre te causó gracias, decías que yo quería salir corriendo y por eso estaba llamándote para buscar una excusa, pero nada más lejos de la realidad, yo quería estar ahí, y ahí estuve! Y ahí estuviste tú para mí, algo que no iba a cambiar nunca, porque ahora sé que ni siquiera la muerte podrá cambiar eso… Ahí estuviste tú, con un “bolsito terciado” que se era de tu hermana hahahaha, como me gustaría tener una foto de ese día, aunque si bien la imagen no la tengo en mi mente, la sensación la tendré siempre en mi piel, en mi ser.

Pasamos un rato conversando en esa mesa, no recuerdo la verdad de que, conversaciones básicas de primer encuentro supongo… Esa mesa no se imaginaba que sería la primera de cientos que nos escucharían hablar, reír, planificar, soñar despiertos… No se imaginaba esa mesa que sería la piedra fundacional de la mayor fortaleza que podría haber construido en mi vida, en nuestras vidas.

En un momento se acercó una señora, sin invitación y sin vergüenza, a decirme “señor Ud. es igualito al actor ese del video” (ya habían pasado unos años de eso, pero era todavía popular me imagino hahaha) y luego, arrepentida por su propio atrevimiento, agregó “pero por la cara, no por lo otro”… De eso nos reímos por años, y ese día funcionó además como tema light de conversación.

Parque Cristal era (e imagino siempre lo será) un sitio bastante lento, sin muchas opciones, así que decidimos caminar un poco, sin destino en la mente, solo alargando lo placentero de la compañía lo máximo posible. Sé que caminamos por los Palos Grandes, Altamira y llegamos al Centro Comercial San Ignacio, nuevamente un lugar al que no volvimos mucho en nuestro años, pero donde comimos por primera vez juntos: ensaladas en Kepén, una extinta cadena maracucha de ensaladas y te, a la que yo le tenía cariño en esa época. Quisiera recordar el nombre de la ensalada que siempre pedía (y que pedí ese día) era con camarones eso sí sé bien, pediste lo mismo. Ahí estuvimos sentados en la mesas de “afuera”, dos extraños compartiendo nuestra segunda mesa (de cientos que vendrían) pero sin la menor sospecha de que sería así.

Decidimos caminar de vuelta a Parque del Este, ahí tu agarrabas el autobús para Guarenas, para casa de tu mamá… Nuevamente caminar fue la estrategia para alargar el disfrute de la compañía, una real sorpresa considerando que no había ninguna intención ni propósito específico. Llegamos a la parada y esperé que te montarás en el autobús, luego seguí a pie hasta Los Dos Caminos, a casa de mi mamá. Al llegar recuerdo claramente que te mandé un mensaje de texto, ciertamente super cursi, no por eso falso o forzado: me habías parecido un carajo además de agradable sumamente atractivo hahaha… Yo, no otro si no yo, le había mandado un mensaje a otro hombre diciéndole eso, de manera voluntaria y placentera: se iniciarían tiempos de cambio en mi vida, cambios irreversibles y eternamente agradecidos.

La conversa por texto siguió, eventualmente te di la dirección de mi blog en internet, y tiempo después me dijiste que me habías investigado con esa información hahahaha y habías visto el tipo de persona que yo era… La persona que era entonces no es ni la sombra de la persona que soy hoy, luego de compartir a tu lado 3182 días, porque aunque hubo días donde no estuvimos físicamente juntos, la realidad es innegable: no nos separamos nunca desde ese momento que nos conocimos, no había manera, no queríamos y no lo hicimos… Y apenas te fuiste maldecía que solo la muerte pudo separarnos, pero ya hoy entiendo que ni siquiera la muerte, con su envidia eterna a las cosas perfectas, pudo separarnos ni podrá hacerlo nada ni nadie nunca.

Sé que vendrán tiempos mejores, tiene que ser así porque no hay mucho para donde bajar desde donde he estado… Sé que vendrán tiempos donde este relato me traerá una sonrisa que me durará por horas, y por eso lo escribo, para recordarte con una sonrisa cuando la vida me permita hacerlo. Quiero que sepas que estoy haciendo todo lo posible para que así sea, pero que ahora mismo todo esto es como experimentar la peor pesadilla jamás imaginada, solo para descubrir que no tenía la menor idea de lo malo que sería, de los nuevos niveles de dolor que soy capaz de experimentar.

Pero con el dolor vendrá la sanación, debe ser así: comencé a sanar el alma, la vida, sin quererlo pero sin negarme, ese lunes 31 de octubre del 2011 que nos conocimos… Ahora debo hacer lo mismo. 

 


sábado, julio 25, 2020

De bares y premoniciones...

Siempre nos sentimos imperturbablemente cómodos en la compañía del otro, sin necesidad de nadie más para llenar silencios que nunca fueron incómodos y que siempre fueron reflejo de la armonía absoluta de nuestras almas, de nuestros cuerpos. Disfrutamos la compañía de familiares y amigos, disfrutamos celebrar la vida con ellos, pero siempre encontramos ocasión para hacerlo solos los dos.

Y así nos apoderemos de espacios insospechados, lugares destinados para otros y que nunca pensé serían para mí, para nosotros… La verdad antes de conocerte estaba resignado (y tú también, me lo dijiste más de una vez) a renunciar a espacios comunes, a situaciones de vida que el resto dan por sentada pero que nosotros llegamos a pensar que no eran parte de nuestro andar, con más resignación que tristeza la verdad… Pero entonces llegaste tú, y los espacios y experiencias que yo mismo me había negado tú te encargaste de regalármelos.

Así nos hicimos los reyes de la calle, los amos de la ciudad… Se bien que te encantaba estar en nuestra casa, podías pasar días desde donde hoy escribo esto solo y derrotado, y la razón es que este lugar se convirtió en nuestro hogar como un reflejo de la energía que ambos le pusimos a él, sobre todo tu José… Pero se también lo que te encantaba salir, “por un par de tragos y algo de picar”, en una eterna celebración de la vida perfecta que tuvimos, en un infinito baile de abundancia, prosperidad y amor, una interminable provocación al calendario que vio lunes caer como viernes, martes bailar como sábados… Días sin nombre ni orden, es lo que sucede cuando todos los días hay motivos para celebrar y vivir.

Puede sonar trivial nuestro andar hasta convertirnos en los “Reyes de los dos tragos sociales y para la casa”, siempre por trago y nunca la botella, medida de autocontrol necesaria cuando la efervescencia del amor amenazaba con descontrolar todo (alguna vez se descontroló, es necesario a veces perder el control) pero nunca lo vimos así: reclamar esos espacios, hacerlos testigos vivientes de nosotros fue un regalo que nos dimos el uno al otro.

Un día de esos, en una idea que vino desde un lugar que no te había visto muchas veces hiciste una pausa, casi en otra voz, como si una claridad recién encontrada pero no apreciada guiara lo que ibas a decir y una reflexión sobre nosotros, sobre la vida, quedó en el ambiente: te daba miedo que algo como nuestra vida, algo tan sencillo y tan perfecto, pero tan intenso y potente, no durara mucho. No hubo sobresaltos con tu recién encontrada claridad, pero si seriedad absoluta, una comprensión de que a veces las cosas buenas no están destinadas a durar demasiado. Me tomó por sorpresa, pero entendí bien el mensaje… Tenía sin embargo una respuesta positiva, esperanzadora: seguro que vendrán tiempos que no son tan buenos como estos, pero más seguro estaba que juntos le encontraríamos la vuelta… Esa respuesta nunca contempló, ni en mis más oscuras pesadillas, tener que hacerlo solo.

No sé si volveré algún día a nuestros espacios, no me niego pero es temprano para saberlo… Pero esos lugares fueron nuestros, se convirtieron en lo que llegaron a ser porque estábamos los dos... Siento que serán diferentes, intolerables quizás... Pero de nuevo es temprano para saberlo... Sé que saldré completamente diferente de todo esto, me he propuesto salir que es el primer paso, ahora falta ver cómo y cuándo… No es un tema de que esos espacios me recordarán a ti, de todas formas todo me recuerda a ti y eso no va a cambiar nunca, cada trago de ron que me tome sabrá a ti, cerraré los ojos y te sentiré al otro lado de la mesa, viéndome como siempre lo hiciste, sintiéndome seguro y amado, confiado de que siempre podría volver el otro lunes, o el otro jueves, o el día que fuera, porque siempre te tendría conmigo.

Pero no fue así, y ahora solo queda encontrar maneras de seguir con lo que queda de mí, y con todo lo tuyo que queda dentro de mí… Le tengo bastante más confianza a eso último, creo que el efecto renovador y de cambio que trajiste a mi vida será lo que me ayudará a seguir con ella… Y eso eres todo tú José, yo solo colaboraré en todo lo que pueda.