domingo, agosto 09, 2020

31 DE OCTUBRE DEL 2011 – NOS CONOCIMOS

Nos conocimos en persona el lunes 31 de octubre del 2011. Para ese momento teníamos capaz una semana (no más que eso) hablando por internet, por el ahora desparecido Messenger de Hotmail, luego de haber coincido en el aún más desaparecido chat de CANTV.

Según tú ya habíamos hablado online anteriormente, y también según tú me habías bloqueado porque yo era muy intenso en esa primera oportunidad hehehehe… Yo no me acuerdo de eso, nunca me acordé, pero es posible que haya sido así, o capaz eras solo tú haciéndote el interesante, como si acaso eso te hubiera hecho falta alguna vez.

No conversamos demasiado por Messenger antes de conocernos, estoy casi completamente seguro que fue un jueves que empezamos a hablar por ahí y nos conocimos ese lunes. Recuerdo que ese fin de semana estábamos hablando online, y escuchando música: ambos acabábamos de descargar una canción en particular, una descartable canción pop de las Pussycat Dolls, imagínate tu hahahaha, Hush Hush se llama… Sobre esa coincidencia nos reímos mucho, ya para ese momento los paticos genéricos de la foto de perfil del Messenger de Hotmail habían sido reemplazados por fotos nuestras.

Creo que fuiste tú quien propusiste conocernos en persona, ese mismo lunes. Eso me tomó por sorpresa, era otro momento de mi vida muy diferente al que me encuentro hoy pero donde definitivamente quería conocer gente, sin ningún plan específico la verdad, pero quería hacerlo, era un objetivo claro para mí.

En esa época dabas clases de inglés a una muchacha (quisiera recordar su nombre hehehe) ahí en las mesas de la feria de Parque Cristal… No volvimos mucho a ese lugar la verdad en todos nuestros años, un par de veces quizás, y sin embargo es un sitio que quedará inevitablemente grabado en mi mente para siempre, y aunque los tiempos actuales no me permiten ir espero que lleguen aquellos donde si pueda hacerlo, a recordarte como esa primera vez, como ese primer encuentro.

Las 4:30 pm fue la hora acordada… Yo llegué, puntual como siempre, y ya en la feria te vi en una mesa, y de espaldas a ti te llamé para comprobar que eras tú… Eso siempre te causó gracias, decías que yo quería salir corriendo y por eso estaba llamándote para buscar una excusa, pero nada más lejos de la realidad, yo quería estar ahí, y ahí estuve! Y ahí estuviste tú para mí, algo que no iba a cambiar nunca, porque ahora sé que ni siquiera la muerte podrá cambiar eso… Ahí estuviste tú, con un “bolsito terciado” que se era de tu hermana hahahaha, como me gustaría tener una foto de ese día, aunque si bien la imagen no la tengo en mi mente, la sensación la tendré siempre en mi piel, en mi ser.

Pasamos un rato conversando en esa mesa, no recuerdo la verdad de que, conversaciones básicas de primer encuentro supongo… Esa mesa no se imaginaba que sería la primera de cientos que nos escucharían hablar, reír, planificar, soñar despiertos… No se imaginaba esa mesa que sería la piedra fundacional de la mayor fortaleza que podría haber construido en mi vida, en nuestras vidas.

En un momento se acercó una señora, sin invitación y sin vergüenza, a decirme “señor Ud. es igualito al actor ese del video” (ya habían pasado unos años de eso, pero era todavía popular me imagino hahaha) y luego, arrepentida por su propio atrevimiento, agregó “pero por la cara, no por lo otro”… De eso nos reímos por años, y ese día funcionó además como tema light de conversación.

Parque Cristal era (e imagino siempre lo será) un sitio bastante lento, sin muchas opciones, así que decidimos caminar un poco, sin destino en la mente, solo alargando lo placentero de la compañía lo máximo posible. Sé que caminamos por los Palos Grandes, Altamira y llegamos al Centro Comercial San Ignacio, nuevamente un lugar al que no volvimos mucho en nuestro años, pero donde comimos por primera vez juntos: ensaladas en Kepén, una extinta cadena maracucha de ensaladas y te, a la que yo le tenía cariño en esa época. Quisiera recordar el nombre de la ensalada que siempre pedía (y que pedí ese día) era con camarones eso sí sé bien, pediste lo mismo. Ahí estuvimos sentados en la mesas de “afuera”, dos extraños compartiendo nuestra segunda mesa (de cientos que vendrían) pero sin la menor sospecha de que sería así.

Decidimos caminar de vuelta a Parque del Este, ahí tu agarrabas el autobús para Guarenas, para casa de tu mamá… Nuevamente caminar fue la estrategia para alargar el disfrute de la compañía, una real sorpresa considerando que no había ninguna intención ni propósito específico. Llegamos a la parada y esperé que te montarás en el autobús, luego seguí a pie hasta Los Dos Caminos, a casa de mi mamá. Al llegar recuerdo claramente que te mandé un mensaje de texto, ciertamente super cursi, no por eso falso o forzado: me habías parecido un carajo además de agradable sumamente atractivo hahaha… Yo, no otro si no yo, le había mandado un mensaje a otro hombre diciéndole eso, de manera voluntaria y placentera: se iniciarían tiempos de cambio en mi vida, cambios irreversibles y eternamente agradecidos.

La conversa por texto siguió, eventualmente te di la dirección de mi blog en internet, y tiempo después me dijiste que me habías investigado con esa información hahahaha y habías visto el tipo de persona que yo era… La persona que era entonces no es ni la sombra de la persona que soy hoy, luego de compartir a tu lado 3182 días, porque aunque hubo días donde no estuvimos físicamente juntos, la realidad es innegable: no nos separamos nunca desde ese momento que nos conocimos, no había manera, no queríamos y no lo hicimos… Y apenas te fuiste maldecía que solo la muerte pudo separarnos, pero ya hoy entiendo que ni siquiera la muerte, con su envidia eterna a las cosas perfectas, pudo separarnos ni podrá hacerlo nada ni nadie nunca.

Sé que vendrán tiempos mejores, tiene que ser así porque no hay mucho para donde bajar desde donde he estado… Sé que vendrán tiempos donde este relato me traerá una sonrisa que me durará por horas, y por eso lo escribo, para recordarte con una sonrisa cuando la vida me permita hacerlo. Quiero que sepas que estoy haciendo todo lo posible para que así sea, pero que ahora mismo todo esto es como experimentar la peor pesadilla jamás imaginada, solo para descubrir que no tenía la menor idea de lo malo que sería, de los nuevos niveles de dolor que soy capaz de experimentar.

Pero con el dolor vendrá la sanación, debe ser así: comencé a sanar el alma, la vida, sin quererlo pero sin negarme, ese lunes 31 de octubre del 2011 que nos conocimos… Ahora debo hacer lo mismo.