mmmm…. La verdad no sé ni por donde empezar, a estas alturas no comprendo bien lo que pasó, o como pasó… Me inscribí en el evento que magistralmente organizó la Corporación Andina de Fomento, en celebración de sus 40 años, en la modalidad de Media Maratón (21km)… Y no sé que me sucedió, ni que me llevó a tomar la decisión en plena ruta de intentar completar mi primer Maratón (42km).
La mayoría de las veces las cosas están allí, en tu cara, y solo hay que tomar la decisión de agarrarlas… Supongo que algo así fue lo que puso ese mensaje repetitivo en mi cerebro de “ahora o nunca”, agarrar la oportunidad que se me daba. Ciertamente no estaba listo para abandonar a mi ciudad luego de apenas 21 km, una ciudad que se rindió ante mí y me apoyó en cada paso, pero es aún más cierto que no estaba preparado para correr 42 km… Aunque la verdad no creo que nunca hubiera estado realmente preparado para eso.
Siendo el tipo que soy, no creo que (al menos antes del día de hoy) hubiera encontrado la disciplina para entrenar para un maratón completo… Eso lo sabía bien, y eso fue otra de las cosas que me empujó, paso a paso, a sacar eso de mi sistema y COMPLETAR MI PRIMER MARATON… ¿El primero de muchos? Demasiado pronto para saberlo… ¿El primero y último? Definitivamente no… Lo que sí sé (y lo aprendí de la manera dura), es que tengo que hacer muchas cosas diferentes la próxima vez.
Los primeros 21 km los maté en 1 horas, 45 minutos, y hasta el kilómetro 25 iba bien… Luego empezó a develarse uno los demonios que hacen que no cualquier bicho de uña complete un maratón: los calambres en mis pantorrillas… Ese fue un demonio con el que tuve que luchar el resto de la carrera, y que en los kilómetros 25, 37 y 40 me tiró al piso, literalmente… Físicamente me sentía bien, y sentí que podía correr, pero ese calambre en ambas pantorrillas limitó mi accionar… Pero ya era demasiado tarde para abandonar, y hubiera sido demasiado tonto, los hombres y mujeres de verdad no abandonan por un estúpido calambre en la pantorrilla… En cada una de esas caídas grité, me retorcí, recé, tendido en el piso mientras alguien me auxiliaba… Luego me sacudí el sucio, lentamente volví a caminar/correr en intervalos que ahora mismo no tengo idea cuanto duraron… Pero cada vez que me caí me paré y seguí, un estúpido calambre no iba a separarme de la historia.
Cuando después de 4 horas y 24 minuto crucé la meta lloré… No demasiado, no eras lágrimas de dolor, aunque tampoco eran de felicidad… No sé de que eran, capaz solo lágrimas de cocodrilo… No me sentí un tipo especial, sino un tipo agradecido, un tipo con suerte… El que haya corrido aunque sea un kilómetro capaz pueda entenderme, la meta significó que siempre que esté en capacidad de levantarme, aún después de una caída dura, de un dolor insoportable, siempre que me levante y siga, todo estará bien, porque está en mi seguir caminando.
Wow… listo, ya saqué todo lo que tenía de mi sistema =) de manera tonta dejé mi cámara en mi casa, así que las fotos las tomé ahí, para que vean bien el look especial para el evento (capaz ese look fue el que se apoderó de mí y me hizo correr =)
yo en mi casa cuando llegué... vuelto mierda y todo sucio jejeje 
una vista general de mi look, por el que mucha gente mi animó durante la ruta! a todos los que tuvieron una palabra de aliento mil gracias, las necesité...
dado que no tengo fotos en el evento porque dejé mi cámara, sigo con imágenes de mi look jejeje
...again...
mi medalla!!!
grande ricardo, grande
mi papá, quien me acompañó y fue el apoyo logístico...
