Recuerdo que yo venía desde Amsterdam, en un vuelo de 10 euros que conseguí en http://www.ryanair.com/, y me bajé en short y franela (en pleno verano), para darme cuenta que en Dublín hacía 13 °C, una brisa malandra y una llovizna ligera pero implacable que te congelaba. Pero nada que no se resolviera rápidamente con una cerveza Guiness, esa cerveza negra imagen por excelencia de Irlanda (yo creo que debería estar en su bandera!), y que te pone full como si te hubieras comido un plato de pasta de un kilo!
Su clima siempre gris, con toda la gama de verdes que el ojo humano puede detectar, con música en vivo en cada bar, Dublín secuestra al turista. La ilusión de ver uno de esos duendecillos, el cliché de fotografiar tréboles, el placer de comer algo similar a una morcilla (lo que los irlandeses llaman "black pudín", que es básicamente una morcilla pero en forma de disco) que a todo el mundo repugna pero al venezolano le hace sonreír por la similitud con nuestro país, descubrir que un Pub Irlandés tiene más carácter y personalidad que uno Inglés (si, existen las diferencias, que un irlandés les explicará sin problemas), por que no el regionalismo irlandés que nace para dejar claro que son diferentes a los ingleses, son todas razones que me hacen contar los días en que pueda regresar a Dublín.
Vista de la ciudad, con el río Liffey que la atraviesa
la verdadera catedral de Dublín: La destilería de GUINESS
la verdadera catedral de Dublín: La destilería de GUINESS
una pinta de la famosa cerveza, que solo puede ser servida por un especialista!
LEGADO:
El quinto elemento está vivo en cada maestro cervecero de GUINESS.
Es una mezcla de orgullo, pasión y, por sobre todo las cosas, fe. Por casi 250 años, los cerveceros de GUINESS han honrado el legado de Arthur Guiness, cuya fe en esta cervecería fue tan fuerte que lo llevó a firmar un contrato de arrendamiento de 9000 años por esta locación.
El arte de hacer GUINESS es único y altamente especializado y ha sido pasado de una generación de cerveceros a otra. Los cerveceros en GUINESS están continuamente buscando formas para mejorar el funcionamiento de la cervecería y asegurar que la calidad de GUINESS sea siempre perfecta. Sin embargo, aunque las técnicas se han mantenido a la mar con los avances tecnológicos, el proceso básico diseñado por Arthur se mantiene igual.
El quinto elemento está vivo en cada maestro cervecero de GUINESS.
Es una mezcla de orgullo, pasión y, por sobre todo las cosas, fe. Por casi 250 años, los cerveceros de GUINESS han honrado el legado de Arthur Guiness, cuya fe en esta cervecería fue tan fuerte que lo llevó a firmar un contrato de arrendamiento de 9000 años por esta locación.
El arte de hacer GUINESS es único y altamente especializado y ha sido pasado de una generación de cerveceros a otra. Los cerveceros en GUINESS están continuamente buscando formas para mejorar el funcionamiento de la cervecería y asegurar que la calidad de GUINESS sea siempre perfecta. Sin embargo, aunque las técnicas se han mantenido a la mar con los avances tecnológicos, el proceso básico diseñado por Arthur se mantiene igual.
el propio Irish Pub